jueves, 24 de febrero de 2011

23 F

No me acuerdo que día de la semana era, ni si lucía el sol o llovía. Solo recuerdo que estaba en casa de mi abuela María. Tenía yo 4 añitos. Recuerdo que cenaba una tortilla francesa acompañada de mi madre. De pronto mi padre apareció muy preocupado y dando voces, dirigiéndose a mi madre decía 'Mari Carmen pon la radio que algo mu gordo ha pasado'.
No recuerdo si me terminé la tortilla, lo único que sé es que ese día me mandaron a la cama muy pronto. No entendía nada. Tardé en entenderlo. Ayer hizo de eso 30 años.

viernes, 11 de febrero de 2011

Parir en Extremadura


Pues mucho tiempo sin estar por aquí. Os dejo una carta que me publicaron hace unos días en el periódico extremadura y extremaduraaldia a ver qué os parece. Me voy a proponer escribir más por aquí a partir de ahora.

Parir en Extremadura.

En el 2010 además de mí, han dado a luz 9 amigas mías en distintos hospitales de Extremadura (San Pedro de Alcántara de Cáceres, Materno Infantil de Badajoz, Clideba...) la estadística es tremenda: 3 cesáreas, 2 forceps, 1 inducción, y el resto, aunque vaginales, todos con rotura de bolsa, oxitocina, epidural, episiotomía y en posición tumbada. Después de esto cada vez me alegro más de haber hecho 700 km para dar a luz. A mí mi ginecólogo de Badajoz me condenó a cesárea programada por cirugía anterior en el útero. Fue muy duro, no me dió ninguna oportunidad, ni siquiera me dejaba ponerme de parto. Me inculcó miedo e intentó convencerme de que no podía parir. No lo consiguió, en lugar de resignarme busqué otras opiniones. Al final, me fui lejos, dónde me permitían ponerme de parto y si fuera necesario se haría una cesárea. Di a luz rodeada de respeto, me ofrecieron intimidad, libertad para moverme, confianza en mi cuerpo y en mi bebé y apoyo emocional, en lugar de prisas, drogas, rutinas, protocolos y cortes vaginales. Mi perseverancia tuvo su recompensa. Tuve un parto estupendo, con mi pareja en todo momento, con la bolsa intacta y un mínimo desagarro. No hubo separación de mi hijo en ningún instante, así la lactancia ha sido fácil y exitosa desde el primer momento. Estoy cansada de escuchar que las cosas están cambiando en los hospitales extremeños, pero lo que dicen no se corresponde con las historias que cuentan las madres. Aunque sé que hay valiosísimos profesionales intentándo ese cambio tan necesario, no es suficiente. Se trata de un cambio de mentalidad, de las futuras mamás y de todo el personal sanitario. El parto es un acto íntimo y pertenece a la sexualidad femenina, no se puede llevar a cabo en un lugar lleno de gente, inmovilizada y aterrorizada. Si no me creen léanse las recomendaciones de la OMS para un parto normal y verán que tengo razón. Y por favor, entérense de una vez, tumbada es la peor posición para parir, dejen por lo menos a las mamás moverse en libertad, es lo mínimo.