miércoles, 16 de marzo de 2011

DEJARLE LLORAR


Hace unas semanas tuve que aguantar durante una tarde entera a una mamá diciéndome continuamente que para que un bebé aprenda a dormir hay que dejarlo llorar. Hay días que estoy cansada si Héctor no duerme bien, pero mucho más cansada estoy del déjale llorar ¡qué manía¡. Hoy he leído esto.
''El bebé reclama a través del llanto la atención que necesita para restablecer su bienestar. No atender su demanda de forma reiterada comporta un sufrimiento estéril, fruto de la extrema vulnerabilidad de bebé, que no dispone de ningún recurso para gestionarlo. Es más, genera en el bebé uno de los aprendizajes más duros para su desarrollo psicoafectivo: la renuncia del derecho de ser acogido por unos brazos que le den la seguridad y el amor que necesita para confiar que la vida merece ser vivida. Esta renuncia primaria y esencial marca el inicio del proceso de resignación caracterial ante los retos de la vida, coartando las potencialidades para desarrollar un yo sólido y fuerte'' Yolanda González Vara, de su libro, Amar si miedo a malcriar que acabo de comenzar a leer.

jueves, 24 de febrero de 2011

23 F

No me acuerdo que día de la semana era, ni si lucía el sol o llovía. Solo recuerdo que estaba en casa de mi abuela María. Tenía yo 4 añitos. Recuerdo que cenaba una tortilla francesa acompañada de mi madre. De pronto mi padre apareció muy preocupado y dando voces, dirigiéndose a mi madre decía 'Mari Carmen pon la radio que algo mu gordo ha pasado'.
No recuerdo si me terminé la tortilla, lo único que sé es que ese día me mandaron a la cama muy pronto. No entendía nada. Tardé en entenderlo. Ayer hizo de eso 30 años.

viernes, 11 de febrero de 2011

Parir en Extremadura


Pues mucho tiempo sin estar por aquí. Os dejo una carta que me publicaron hace unos días en el periódico extremadura y extremaduraaldia a ver qué os parece. Me voy a proponer escribir más por aquí a partir de ahora.

Parir en Extremadura.

En el 2010 además de mí, han dado a luz 9 amigas mías en distintos hospitales de Extremadura (San Pedro de Alcántara de Cáceres, Materno Infantil de Badajoz, Clideba...) la estadística es tremenda: 3 cesáreas, 2 forceps, 1 inducción, y el resto, aunque vaginales, todos con rotura de bolsa, oxitocina, epidural, episiotomía y en posición tumbada. Después de esto cada vez me alegro más de haber hecho 700 km para dar a luz. A mí mi ginecólogo de Badajoz me condenó a cesárea programada por cirugía anterior en el útero. Fue muy duro, no me dió ninguna oportunidad, ni siquiera me dejaba ponerme de parto. Me inculcó miedo e intentó convencerme de que no podía parir. No lo consiguió, en lugar de resignarme busqué otras opiniones. Al final, me fui lejos, dónde me permitían ponerme de parto y si fuera necesario se haría una cesárea. Di a luz rodeada de respeto, me ofrecieron intimidad, libertad para moverme, confianza en mi cuerpo y en mi bebé y apoyo emocional, en lugar de prisas, drogas, rutinas, protocolos y cortes vaginales. Mi perseverancia tuvo su recompensa. Tuve un parto estupendo, con mi pareja en todo momento, con la bolsa intacta y un mínimo desagarro. No hubo separación de mi hijo en ningún instante, así la lactancia ha sido fácil y exitosa desde el primer momento. Estoy cansada de escuchar que las cosas están cambiando en los hospitales extremeños, pero lo que dicen no se corresponde con las historias que cuentan las madres. Aunque sé que hay valiosísimos profesionales intentándo ese cambio tan necesario, no es suficiente. Se trata de un cambio de mentalidad, de las futuras mamás y de todo el personal sanitario. El parto es un acto íntimo y pertenece a la sexualidad femenina, no se puede llevar a cabo en un lugar lleno de gente, inmovilizada y aterrorizada. Si no me creen léanse las recomendaciones de la OMS para un parto normal y verán que tengo razón. Y por favor, entérense de una vez, tumbada es la peor posición para parir, dejen por lo menos a las mamás moverse en libertad, es lo mínimo.


martes, 28 de septiembre de 2010

EPEN

Cuando me quedé embarazada conocí EPEN, me ayudaron muchísimo. Aprendí que el parto es una función fisiológica, logré confianza y fuerza para poder parir y sobre todo información, mucha información, cosa que raramente se consigue de los médicos. Al final del embarazo me hice socia. Quería participar y colaborar. Sabía que cuando naciera el bebé no tendría mucho tiempo, pero quería por encima de todo poder ayudar a otras mujeres. Hace poco en la lista de socias se planteó el tema de escribir en el blog algo sobre turismo obstétrico y pensé '¡Esta es la mía¡'. Ha sido de momento mi granito de arena.

domingo, 26 de septiembre de 2010

LA NUMERO 10

Pues los comentarios de Tato dan para varias entradas en el blog, como no tengo mucho tiempo comienzo por esta que es más sencilla, la de los niños chinos y los pañales lo dejo para otra siesta de Héctor.
Pues sí, a Héctor también le gusta Quique González, hay que tener en cuenta que estuvo en un concierto en la barriguita de mamá. Lo curioso es que tiene canción favorita, la número 10 del nuevo disco, no me acuerdo del nombre. No me preguntes por qué pero en el coche pongo el disco muchas veces y cuando canto esa le encanta, se ríe y todo.
Ya tengo entrada, intentaré ir al concierto, es pronto y Héctor se puede quedar con su papá, lo que ocurre es que con los peques hasta el último momento no se sabe si se podrá.

martes, 27 de julio de 2010

MÚSICA Y NIÑOS

Hace poco que mi hermano preguntaba en Facebbok que qué música le gustaba a los niños. Héctor todavía era pequeño pero ya tengo una respuesta. Hemos estado de vacaciones en Portugal y en el piso dónde nos alojábamos, en la habitación donde dormíamos, en la pared había escrita una canción. Ha sido como algo mágico porque no es que yo me sepa muchas canciones en portugués, pero ésta sí la conocía. Me puse a cantársela y le encantó. Ahora se la pongo todas las mañanas y se la canto para que esté de buen humor. Los que siguiérais mi blog anterior ya la conocéis.

domingo, 25 de julio de 2010

COSAS DE MADRES

¡¡Vaya día¡¡ Ha sido el primero en el que hemos comenzado a utilizar pañales de tela, gracias a Jara, que se lo ha currado un montón. Además volvíamos de un mes fuera de casa asi que lavar, tender y colocar ropas... en fin, lo más gracioso ha sido verme en un rato libre sacando los botones de los petos que le han quedado pequeños a Héctor, para que le duren algo más, en fin, cosas de madre, supongo.